¡El Rey se une a tu ejército!
El Rey está harto de ver luchar a su ejército desde su torre de marfil, ¡y ha decidido unirse a la fiesta! Como el mismo afirma: «Pardiez, si he de seguir organizando estos espléndidos banquetes, debo tomarme un breve respiro para estirar las piernas».
Sin embargo, tú eres quien manda aquí, así que la decisión de incluir o no al Rey en tu formación ideal es cosa tuya. Aquí tienes un par de pistas para ayudarte a decidir:
Es un atacante bastante sólido.
Nadie enardece a los escuadrones tanto como el Rey. Su presencia aumenta el daño que hacen y después embiste con su lanza, diezmando a los enemigos.
¡Una jugada majestuosa para enseñarles quién manda!
Acuérdate de colocar al Rey bien rodeado por sus tropas. Se alimentará de esa energía. Cuantos más aliados tenga a su alrededor, más fuerte se hará.
No olvides que el Rey solo acepta órdenes tuyas, y de nadie más, DENTRO del campo de batalla. Si intentas que siga tus instrucciones en cualquier otro momento, podría ser tu fin como comandante.